¿Por qué las calles de Madrid se llaman así?Primera parte.

¿Te has preguntado por qué la Calle Rompelanzas se llama así? ¿Y la de la Lechuga? ¿Y la de la Pasa? ¿Y qué hay de la del Desengaño? ¿Y la del León? ¿La de la Cabeza?

Todas guardan un significado, una leyenda, un hecho histórico y que finalmente se dio a ese lugar un nombre para identificarla.

Verás que no todas las calles de Madrid están impresas sobre azulejos, que a su vez, van acompañados de una ilustración. Las encontramos en el casco histórico y se acudió a la Escuela oficial de Cerámica Artística de Madrid para encargarlas, y se empezaron a colocar en los años 30 del siglo pasado. También ayudaban a guiarse por la ciudad a aquellos que no sabían leer ni escribir, y así identificaban dónde se encontraban con sólo mirar el dibujo plasmado en dichos azulejos.

A continuación te cuento la historia y el por qué de los nombres de algunas calles de la capital.

Calle de la Pasa: Cuando todavía el matrimonio por lo civil no era legal (no lo fue hasta 1875 y estuvo prohibido desde mediados del s. XVI). En la Plaza del Conde de Barajas, se encontraba la antigua vicaría (hoy en día es el Archivo Histórico Diocesano de Madrid) y las parejas tenían que hacer cola para "pasar por la vicaría". En los azulejos de dicha calle aparece gente guardando cola y una ilustración de un racimo de uvas, y es que en esa época se decía "Quien no pasa por la Calle de la Pasa, no se casa" . También se cuenta que aquí se repartía un puñado de pasas a los mendigos.

Curiosidad MAD TOURS: Asómate a la calle perpendicular que sale de la calle de la Pasa, es el Pasadizo del Panecillo, ahí también se formaban colas para recoger su hogaza de pan las familias sin posibles. Se cerró a principios del s. XVIII, entre los que recogían las pasas y el pan se formaban peleas, y el callejón era también muy suculento para los maleantes.

Calle de la Abada: Abada significa rinoceronte, aunque es un término que está en desuso.

Sobre el origen de esta calle hay varias teorías. Vamos allá.

Reinando Felipe II en 1581, le regalaron al monarca un rinoceronte que poseía el gobernador de Java, acogiéndoles a él y a su séquito en esta zona , ¡Os podéis imaginar el revuelo que se organizó!

La otra, cuenta, que en siglo XVI, un circo procedente de Portugal, trajo desde Brasil un rinoceronte que enseñaban al público por 2 maravedís en una caseta que tenían instalada próxima a esta calle. Hasta allí acudían los curiosos, niños, adultos, que pagaban por ver al exótico animal.

Un día un chico que trabajaba en el horno de su padre "El Horno de la Mata",con la intención de alimentar al animal, le dió un panecillo recién hecho, pero el animal se abrasó. Asustado, se liberó de la cadena que le amarraba y mató al chico y a otras 20 personas.

En el lugar donde murió el niño del Horno de la Mata tomó el nombre de la Abada.

Calle de la Cabeza: Esta calle del barrio de Lavapiés, guarda una macabra historia..

Durante el reinado de Felipe III, un hombre fue al Rastro a comprar una cabeza de carnero para cenar. La llevó debajo de su capa, pero no reparó en que iba dejando un reguero de sangre. Un alguacil le dio el alto y le ordenó que le mostrara lo que llevaba. Cuando fue a sacarla sacó sorprendido la cabeza de un hombre.. Y es que años atrás, había decapitado a su amo para robarle. La casa donde cometió el crimen dió nombre a la calle. El tipo confesó enseguida el asesinato y acabó ahorcado.

Calle de Rompelanzas: Dicen que es la calle más corta de Madrid. La villa era un constante traqueteo de carros, carruajes que transpotaban carga ligera, éstos tenían listones de madera que estaban unidos al carro y que eran tirados por caballos o mulas. Esta calle, al ser tan corta, cuando el animal trataba de girar era cuando crujía ese listón , también llamado lanza. La calle ilustra un hombre un tanto enfadado observando por dónde se ha roto esa lanza.

Calle Mira el Río (Alta y Baja): Aquí hay varias discrepancias con la fecha de unas lluvias y nieves que estuvieron cayendo sin parar durante un año en Madrid. Lo que sí pasó es que, a consecuencia de estas lluvias torrenciales el Río Manzanares tuvo unas crecidas importantes y los habitantes de Madrid, desde calles más altas podían apreciar la cantidad de agua que llevaba el río. No paraban de repetir; "¡Mira el río, mira el río!" observando desde estas dos calles en lo que es ahora el barrio de la Arganzuela.

Calle Tabernillas: En la zona no tan conocida de La Latina, se encuentra esta calle que nos indica la tradición bodeguera. La primera taberna que se registró en esta zona fue en el s. XVI, y en una de las tabernas se servía vino de Parla, unos dicen que era el apellido del dueño, otros, que el vino procedía de la localidad madrileña. Benito Pérez Galdós y Joaquín Sabina mencionan a esta castiza calle.

Calle del Desengaño: Situada detrás de Gran Vía, guarda una de las historias que más me atraen. Tenéis que situaros en el siglo XVI, cuando los caballeros y espadachines se batían en duelo por las calles de la Villa. Dos de estos caballeros estaban en plena lucha con sus aceros (eran Caballero de Gracia y Vespasiano de Gonzaga) cuando una dama, corriendo y perseguida por un zorro, pedía auxilio. Distraídos de su tarea y dejando de lado la disputa, fueron tras ella ,se acercaron ambos y vieron que la cara de la mujer estaba cubierta con un velo, al descubrirsela, apreciaron que era una calavera! De aquí la expresión de ¡Qué desengaño! de la que la calle toma su nombre.

Esta sólo es una muestra de algunas de las calles con más encanto y con las historias más interesantes de Madrid. No te las pierdas y pasea Madrid!

Vamos, Let´s go MAD!